domingo, 23 de agosto de 2009

"En tus manos ecomiendo mi destino"

Simplemente un trabajo del mismo calibre, Gabriel García Márquez (“Gabo”) nos tiene acostumbrado a las historias más sensibles y reales. En esta ocasión nos narra los entretelones de su más grande obra: “Cien años de soledad”.
La vida del artista no es fácil, todo mundo lo sabe, hay tiempos de prosperidad y otros que sinceramente desmoralizarían a cualquiera. Éste no es el caso del impetuoso “Gabo”, quien junto a su esposa, fueron protagonistas de una historia de fe y esperanza, tanto del uno al otro como ambos en la obra en sí. Las penurias y retos a los que se enfrentaron, hoy son contados anecdóticamente y todo esto concluye con una interesante noticia.
Una de las primeras copias del libro Fue dedicada a los Alcoriza, entrañables amigos del Gabo, en ella éste les hace la siguiente dedicatoria: “Para Luis y Janet, una dedicatoria repetida pero que es la única verdadera: Del amigo que más los quiere en este mundo”. Esto para 1967.
Luego de que la amistad fuese reafirmada, con la negación tajante por parte de Luis Alcoriza, cuando se le insinuó vender la obra para salir de la pobreza, “Gabo” volvió a firmar el libro con esta frase: “Confirmado, 1985”
Los Alcoriza fieles a este pacto nunca se deshicieron de ella. No fue sino hasta mucho después de su muerte que hoy esta copia será subastada en la feria del libro de Barcelona.
El tiempo parece haberla añejado y los “cien años de soledad”, ya con algunos años encima (de más), volverán al trajín y serán de algún otro afortunado propietario. Larga vida al “Gabo” y a sus “cien años de soledad”, que sigan cumpliendo mas.

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